jueves, 6 de mayo de 2010
Diario de un Duelo
Hay un tiempo en que la muerte es un acontecimiento, una a-ventura, y con ese derecho moviliza, interesa, tiende, activa, tetaniza. Y luego un día, ya no es un acontecimiento sino otra duración, amontonada, insignificante, no narrada, gris...
Ahora, por todas partes, en el café en la calle, veo a cada individuo bajo la especie del que-debe-morir, ineluctablemente, es decir muy exactamente del mortal. Y, con no menor evidencia, los veo como no sabiéndolo.
Me espanta absolutamente el carácter discontinuo del duelo.
Duelo: no aplastamiento, bloqueo, sino una disponibilidad dolorosa: estoy en alerta, esperando, espiando la llegada de un "sentido de vida".
Duelo: malestar, situación sin chantaje posible.
Todo el mundo es muy amable y, sin embargo, me siento solo.
No tengo deseo sino necesidad de soledad.
Se dice: el tiempo sosiega el duelo. No, el tiempo no hace pasar nada, solamente hace pasar la emotividad del duelo.
De hecho, en el fondo, siempre esto: como si estuviese como muerto.
No es soledad lo que necesito, es anonimato.
No suprimir el duelo sino cambiarlo, transformarlo, hacerlo pasar de un estado estacionario (estasis, nudos en la garganta, recurrencias repetitivas de lo idéntico) a un estado fluído.
A cada uno su ritmo de aflicción.
Extractos de "Diario de duelo",
de Roland Barthes
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3 comentarios:
"no es soledad lo que necesito, es anonimato", eso que bien dicho está.
son momentos raros. otras dimensiones. el año pasado no lo puede duelar x q mi mamá se estaba muriendo. Y ahora me acordé fuerte. Y me pasa todo el tiempo esto
Ahora, por todas partes, en el café en la calle, veo a cada individuo bajo la especie del que-debe-morir, ineluctablemente, es decir muy exactamente del mortal. Y, con no menor evidencia, los veo como no sabiéndolo.
me gustaría leer este libro
Leo "mi diario"...y complementa ese
vivir sintiendo duelo!
Gracias Victoria y que bueno el hallazgo, nos seguìs "donando"!!!
Un abrazo
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