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Entiéndame -explicó-, considero que el cerebro de cada uno es como una pequeña pieza vacía que vamos amueblando con elementos de nuestra elección.
Un necio echa mano de cuanto encuentra a su paso, de modo que el conocimiento que pudiera serle útil o no encuentra cabida o, en el mejor de los casos, se encuentra tan revuelto con otro montón de cosas que resulta difícil dar con él.
El artesano hábil selecciona con sumo cuidado el contenido de ese vano disponible que es su cabeza. Sólo de harramientas útiles se compondrá su arsenal, pero éstas serán abundantes y estarán en perfecto estado.
Es un grave error el suponer que las paredes de la pequeña habitación son elásticas o capaces de dilatarse indefinidamente.
A partir de cierto punto cada nuevo dato añadido desplaza necesariamente a otro que ya poseíamos.
Resulta por tanto de inestimable importancia vigilar que los datos inútiles desplacen a los útiles.
Sherlock Holmes dixit...
Extractado de Estudio en rojo,
de Arthur Conan Doyle
3 comentarios:
Buenísimo !!!
De éso consta nuestro aprendizaje .... aprender a elegir cuál es desplazado y con cuál nos quedamos !!!
No estás triste ¿no? por el post de ayer
abrazos
Belén
Belén, ¿Te pareció triste el post de ayer? A mi me inspira y me eleva..
Igualmente no le temo a la tristeza, es una sabia compañia siempre y cuando no se instale a vivir conmigo indefinidamente.
Besos para vos y nuestra querida Vic!
No, me encanta hablar de la tristeza y perderle el miedo. quería saber si hablabas de ella porque la estabas sintiendo. Y sin dudarlo inspira enormemente !!!!
Besos
y mando a Vic
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