miércoles, 27 de octubre de 2010

Pequeño Descanso

















Este blog y yo nos tomamos un pequeño descanso.
Pero pronto volveremos.
Queda el libro de visitas abierto para vuestra libre expresión.
Les dejo mi música...

Victoria

martes, 26 de octubre de 2010

Mi Lista Personal


















Como canta Drexler, no creo en las recetas de la felicidad, pero con el tiempo aprendí que hay ciertos ingredientes que si faltan en mi vida, le quitan la sal y la chispa y todo eso que hace que mi existencia sea más llevadera.
Sin caer en clichés y leitmotifs puedo enumerar algunos items (no me gusta esta palabra pero no se me ocurre otra en este momento) que entiendo deben estar presentes en mi vida (debe tampoco es palabra de mi devoción) para que yo me sienta más a gusto en mi cuerpo, mis zapatos y mis alrededores.
Paso lista:

Luz natural
Me baja estrepitosamente el ánimo cuando me falta la luz del sol. Y también cuando estoy en ambientes cerrados y oscuros. (Esto debe ser común a miles de seres humanos) creo.

Algo de silencio
Me abruma el ruido permanente y constante. Necesito ráfagas de sosiego y quietud. La contaminación sonora me preocupa tanto o más que las otras.

Algo bello que mirar
Con la naturaleza basta y sobra, pero si no está accesible en un momento dado puede ser un rostro, un objeto, un detalle que muestre belleza natural.

Espacio propio y privado
Vivimos en comunidad y con-vivimos con otros, pero es necesario un lugar que sea personal, al menos para mí, donde recuperarse de la otredad constante , demandante y expectante. Un refugio cuasi monacal donde rearmar y reacomodar las piezas que me componen.

Algo dulce para degustar
La vida ya es lo suficientemente exigente como para privarse de un pequeño placer para el paladar. Y darse esos gustos promueve el bienestar y la alegría.

Dejar que el cuerpo se exprese
Sin caer en los consejos de la doctora Truchi, puedo aseverar que quitarle los corsés prohibitivos al cuerpo me reporta beneficios y bendiciones, además de exquisitas sensaciones.

Buen descanso
Una siesta. Un momento de relax entre actividades. Un buen baño de inmersión... renueva y rejuvenece.

Buenos amigos
Linda gente con la que puedo contar y compartir. Personas especiales pero comunes, con las que puedo mostrarme sin máscaras.

Mi música
Escuchar aquellas canciones que me gustan y me hacen bien. Rodearme de sonidos que regeneran mi ánimo y restauran mi alma.

lunes, 25 de octubre de 2010

Una buena bocanada

















Escribir.
Enfrentar la página en blanco.
Quedarse quieta y esperar a que la inspiración llegue.
Animarse a hacer silencio y escuchar.
Atreverse a lo desconocido.
Dar un paso al costado, o dos o tres y dejar que avance lo que está oculto.
Escribir.
Dejar que lo que tenga que ser, sea.
Quedarse inmóvil por fuera y movilizarse por dentro.
Abrir el grifo de la conciencia y el portón de la inconciencia.
Desnudar el corazón y desvestir el alma.
Aferrarse a la pluma y levantar vuelo.
Sumergirse.
Estrellarse.
Abismarse.
Errar en predicciones.
Desviarse de los debes y deberías.
Perderse en un bosque de palabras y sonidos.
Auscultar la propia vida.
Resucitar el deseo y los sueños.
Escribir.
Vivir.
Inspirar.
Del aire, una buena bocanada..

Victoria Branca

miércoles, 20 de octubre de 2010

Un gato de angora grande y viejo













Walt Whitman murió el 26 de Marzo de 1892, en la casa que había comprado menos de diez años antes en Camden, New Jersey; tenía el aspecto de un rey del Antiguo Testamento o, como escribió Edmund Gosse, de "un gato de angora grande y viejo". Whitman aprendió a leer en una escuela cuáquera de Brooklyn, gracias a lo que en aquel entonces se conocía como "método lancasteriano" (por el cuáquero inglés Joseph Lancaster). Un único maestro, ayudado por niños monitores, se hacía cargo de clases de unos cien alumnos, diez en cada mesa. A los más pequeños, sin distinción de sexo, se les daba clase en el sótano; cuando eran mayores las niñas aprendían en la planta baja y los varones en el piso superior.
Uno de los maestros de Whitman comentó que le parecía "un buen muchacho, torpe y de aspecto descuidado, pero común a los otros en todo lo demás".
Dejó la escuela a los once años y empezó a trabajar en las oficinas del abogado James B. Clark a quien aquél muchacho le cayó tan bien que lo suscribió a una biblioteca ambulante. Eso, dijo Whitman más tarde, "fue un acontecimiento decisivo en mi vida de aquella época".
De la biblioteca sacó y leyó "Las Mil y una noches" entre otros.
"Durante los veranos me marchaba al campo o a las costas de Long Island, y allí, bajo la influencia del aire libre, fui leyendo de cabo a rabo el Antiguo y el Nuevo testamento y asimilé a Shakespeare, Osián, Homero, Esquilo, Sófocles, los antiguos poemas hindués y a Dante. Desde entonces me he preguntado por qué no me abrumaron aquellos poderosos maestros. Probablemente porque los leí en plena presencia de la Naturaleza, bajo el sol, ante extensos paisajes y panoramas o cerca del agitado mar".

Extractado de
Una Historia de la Lectura,
de Alberto Manguel

lunes, 18 de octubre de 2010

Los pilares de la Autoestima

















La autoestima es el sistema inmunitario de la conciencia.
Proporciona resistencia, fuerza y capacidad de regeneración.
Tiene dos componentes fundamentales: la eficacia personal y el respeto a uno mismo.
La autoestima dispone a considerarse competente para hacer frente a los desafíos básicos de la vida y sentirse merecedor de felicidad.
Una autoestima saludable se relaciona con la racionalidad y el realismo; la intuición y la creatividad; la independencia, la flexibilidad y la habilidad para tratar los cambios; el deseo de admitir y corregir errores, la benevolencia y la cooperación.

Los seis pilares de la Autoestima

Vivir concientemente
Tener la mente despierta y activa. Salir al encuentro de los hechos importantes en vez de rehuirlos. Percibir y enfrentar mis impulsos. Estar dispuesto a reconocer y corregir mis propios errores.

Aceptarse a uno mismo
Estar de mi lado. Estar abierto a experimentar nuestro ser, nuestros pensamientos y deseos, tanto si son positivos como negativos. Es ser amigo de mí mismo.

Ser responsable de uno mismo
Exige estar dispuesto a asumir la responsabilidad de mis actos y del logro de mis metas. También de mi propio bienestar. Significa saberse libre para realizar las propias elecciones y acciones y ser capaz de responder por ellas.

Autoafirmación
Significa respetar mis deseos, necesidades y valores y buscar su forma de expresión adecuada a la realidad. Ejercer la autoafirmación es vivir de forma auténtica, hablar y actuar desde mis convicciones y sentimientos más íntimos. Es ser quien uno es abiertamente y con plena confianza.

Vivir con propósito
Es darle un sentido y orientación a mi vida. Es navegar con un rumbo y no a la deriva. Es tener una hoja de ruta para conducirme hacia mis ideales.

Integridad personal
Consiste en la integración de todas mis partes. En la congruencia entre lo que pienso, siento y hago. Cuando uno es íntegro no necesita disimular, ni tergiversar, ni adornar nada. Se muestra tal como es y plantea su acuerdo o desacuerdo de manera abierta. La verdad es el motor que impulsa su vida y no necesita falsearla ni ocultarla.

La autoestima no es un don que uno recibe de alguien más. Se genera desde dentro.

Ideas extractadas de
"Los seis pilares de la autoestima",
de Nathaniel Branden

sábado, 16 de octubre de 2010

Las palabras que no se dicen













Las palabras que no se dicen no mueren.
Se amontonan
en algún resquicio del tiempo
a veces sumisas,
a veces combativas,
y aguardan el milagro.

Por las noches me visitan las palabras,
me interpelan,
me recuerdan,
yo las oigo entre sueños
creyendo que al día siguiente
no estarán.

Pero ya ves,
las paredes con que intento aprisionarlas
ahora son páginas.
Y aquello que no pensaba decir,
un libro.

Victoria Branca

martes, 12 de octubre de 2010

Vuelo de bautismo












Hoy se inauguran los vuelos en mariposa.

Para los que quieren alcanzar un sueño, pero aún se sienten lejos.
Para los que desean animarse a hacer algo distinto, pero les asusta la altura.
Para los que están listos para nuevos desafíos.
Para los que necesitan un poco de perspectiva.
Para los que están con el ánimo caído y necesitan un cambio de aire.
Para los que perdieron la esperanza y el rumbo.
Para los que están aburridos y amodorrados y les vendría bien un sacudón.
Para los que siguen creyendo en el poder del amor.
Para los que tienen las alas chamuscadas y algo perezosas.
Para los que confían en las transformaciones profundas...

¡Inscribite ahora!
Metamorfosis garantizada.

lunes, 11 de octubre de 2010

Archivo general














Buenos días señoritas, vengo en busca de un recuerdo.
Sucedió allá por el '79.
No, no tengo el número de registro.
Sí, es propio.
No, no me lo robaron, lo perdí mientras crecía.
No sé adonde. Sólo recuerdo que una noche fue todo mío y al día siguiente ya no estaba.
¿Qué necesitan número de folio y expediente?
Desconozco.
Sólo sé que era un recuerdo chiquito y pleno.
No, no sé las medidas exactas.
¿Sí alguien más sabe acerca de él?
No creo. Era un recuerdo personal.
Sí, espero.

...y me fui, expectante,
a revisar el archivo general de mi memoria.

Victoria Branca

sábado, 9 de octubre de 2010

La vida es eso...









"La vida es eso que te sucede
mientras estás ocupado haciendo
otros planes."

John Lennon
Beautiful Boy

jueves, 7 de octubre de 2010

Volví a terapia











Lo extrañaba. Nuestras sesiones del 2009 habían sido maravillosas.
Sí, llegué a enamorarme de él y se lo dije. Pero él esquivó mi juego seductor y no se aprovechó de mi vulnerabilidad.
Cuando me sentí más fuerte y con la autoestima renovada supe que iba a dejar de verlo. La despedida fue cálida pero igual se me escaparon un par de lágrimas.
Y ahora decidí volver.
La semana pasada fue nuestra primera sesión de este segundo ciclo.
Mudó su consultorio al centro. Confieso que me gustaba más al anterior, pero apenas cruzo el umbral de la puerta y lo veo, tímido y a resguardo, vuelvo a derretirme por dentro y ya no me importa el decorado.
Yo hablo más que él. Él me mira con esos ojos tristes y profundos y no puedo más que contárselo todo.
Me encantaría abalanzarme sobre él y darle ese beso que sueño hace tanto... pero no es conveniente. Y sé que contener mis ansias y transferencias es una manera de seguir cerca suyo.
Esta tarde tenemos sesión. Estoy ansiosa.

Les recomiendo la segunda temporada
de Intreatment, con el bombón de
Gabriel Byrne y la maravillosa Dianne Wiest

martes, 5 de octubre de 2010

El duelo postergado















Un duelo puede postergarse por diversas razones, pero por el motivo que sea suele quedar arrumbado en un lugar remoto al que rara vez regresamos de manera voluntaria. Tiene que ocurrir algo que nos haga tomar contacto con aquella herida otra vez para que reiniciemos ese proceso que quedó trunco.
A veces ha pasado tanto tiempo desde que se produjo la herida, que no tenemos idea de donde proviene ese vago malestar general. O esa sensación brumosa de que algo no anda bien. O esa percepción de que estamos bajo los efectos de alguna rara anestesia que nos hace insensibles a muchas vivencias.
Y como el hombre es animal de costumbre, acomodaremos nuestra historia alrededor de esa herida sin sanar, que formará parte de nuestra identidad como un tatuaje interior.
Pero mientras sigamos andando por la vida con nuestras heridas a cuestas y nuestros duelos inconclusos, nos sentiremos menos livianos para disfrutar los acontecimientos alegres y más abrumados para enfrentar las situaciones difíciles. Es que los asuntos pendientes se cuelgan de manera invisible de nuestras espaldas y entorpecen de manera palpable la felicidad.

Victoria Branca,
Extractado de mi libro
Tal vez Mañana

lunes, 4 de octubre de 2010

Tiempo a solas


















En estos tiempos vertiginosos y aglomerados, de la soledad se huye. Porque asusta, primeramente, encontrarse cara a cara, corazón a corazón, con el propio interior. Ese lugar primordial que anda descuidado entre tantos asuntos mundanos que requieren rapidez, eficacia, precisión y, sobretodo, cabeza.
La soledad es "eso" que les sucede a los que no tienen amigos, ni invitaciones, ni programas para el fin de semana. Ese ese "cuco" que los visita en una casa desprovista de música, internet, diversión y festejos. Es el "bajón" que sobreviene cuando uno se detiene en esta carrera frenética y tan necesaria para sobrevivir.
Nadie quiere quedarse solo. Mucho menos sentirse así. Hay que llenar los vacíos y tapar los agujeros pronto. No sea que el alma comience a escaparse de a montoncitos hacia afuera y el corazón se destemple.
Las multitudes dan esa falsa sensación de compañía, pero no proveen de intimidad. Los contactos virtuales me hacen creer que pertenezco a una fraternidad de personas, pero eso ocurre sólo de manera parcial.
¿Qué temo de la soledad? ¿Tener que entrar en habitaciones abandonadas? ¿Reconocer aspectos descascarados de mí misma? ¿Adentrarme en zonas oscuras y prohibidas? ¿Hacer silencio, muy a mi pesar? ¿Recordar lo que dí por sepultado y olvidado? ¿Vérmelas con las caras desilusionadas de mis sueños perdidos? ¿Tener que recoger del piso fotos viejas que hubiera querido no volver a ver jamás?
Los momentos a solas con uno mismo provocan vértigo y desvelo. Por eso, justamente, porque en soledad a uno no le queda otra que descorrer los velos para ver qué se esconde detrás. Y si uno se anima a dar unos pasos hacia adentro recobra objetos, y se reencuentra con gente del pasado, y ata cabos, y devela viejos misterios. Y si avanza aún más puede hallar sueños olvidados que aún esperan su turno para ser cumplidos, y talentos adormecidos pero llenos de entusiasmo. Y sí, también de esas, las heridas no sanadas.


Victoria Branca

viernes, 1 de octubre de 2010

Todo está Aquí


















El hombre no va a ninguna parte. Todo viene al hombre, como el mañana.

Si no levantas los ojos, creerás que eres el punto más alto.

Quien perdona todo ha debido perdonarse todo.

Sí, es entrando en todo como voy saliendo de todo.

Quien dice la verdad, casi no dice nada.

A veces, de noche, enciendo una luz, para no ver.

Cuanto menos uno cree ser, más soporta. Y si cree ser nada, soporta todo.

Hay sueños que necesitan reposo.

Lleve cada uno su culpa y no habrá culpables.

Quien abre todas las puertas, puede cerrarlas todas.

Ser alguien es ser alguien solo. Ser alguien es soledad.

Las distancias no hicieron nada. Todo está aquí.

Las heridas son nidos de flores.

Para sentir mis cosas de hoy necesito el recuerdo de mis cosas de ayer.

A veces es menester cerrar los ojos y dejarse llevar.


Antonio Porchia,
Voces Reunidas
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