martes, 31 de mayo de 2011

Primer regalo

















Se viene el primer regalo.
30 % de descuento en el primer Desayuno Mitológico del año.
Los mitos son historia de nuestra búsqueda de la verdad y de sentido a través de los tiempos.
Los mitos son metáforas de la potencialidad espiritual del ser humano.
Mitos y sueños vienen del mismo lugar.
Pero mientras el mito es el sueño público, el sueño es el mito privado.

Aquellos lectores que quieran participar de este desayuno el próximo 10 de Junio a las 9 hs, accederán a esta promoción.
Sólo tienen que inscribirse a mi mail: victoriabranca@hotmail.com
¡Y que sigan los regalos!

lunes, 30 de mayo de 2011

Empieza la Fiesta















Esta semana vamos a celebrar.
La vida, con sus pétalos y espinas, al igual que el amor, es para vivirse.
Si no, no es vida.
Quiero festejar con regalos. Y con buenos deseos. Y con ondas expansivas de beatitud.
Con música y palabras. Con imágenes y buenas ideas.
Están todos invitados. Sin distinción de sexo, raza o religión.
Se larga el festejo.
Empieza la fiesta.

domingo, 29 de mayo de 2011

Paren las rotativas













¡Con los pies desnudos llegó a los 200 seguidores públicos!
Más allá del deseo personal (por más que este blog tuviera sólo 10 seguidores lo haría con la misma dedicación y entusiasmo) es un sueño que se hizo realidad gracias a la respuesta generosa de mis lectores.
Por eso, porque los sueños que se cumplen en conjunto hay que celebrarlos, esta semana será de puro festejo.
Estén atentos, no cambien de canal, sintonicen sus antenas a diario, porque se vienen lindas sorpresas...

¡¡¡¡Gracias!!!!

Victoria

jueves, 26 de mayo de 2011

Escribir es un acto salvaje













Escribir es un acto salvaje. Hace falta cierto arrojo y desenfado para dejar que las palabras deambulen libres. Apenas surgen uno quiere arriarlas y acomodarlas en un mismo lugar: aquél en el que podré domesticarlas y mantenerlas bajo mi mando.
Pero las palabras no son dóciles. Ni fueron hechas para someterse a un estricto control de calidad y de sentido. Las palabras nacen de la sangre y el pálpito, por más que pretendamos rebautizarlas en las aguas quietas de la razón.
Las palabras vienen a darle voz a la opresión. Al sometimiento forzado. A la herida que aún supura. Al grito de descontento y, también, al del éxtasis. Al susurro apenas audible del corazón lejano. Al deseo encubierto y al anhelo antiguo. A los sueños que se resisten a ser olvidados. Al recuerdo amordazado. A la emoción contenida. Al enojo cautivo. A la verdad oculta.
Se puede domesticar a las palabras. Agruparlas por categorías y significados. Enumerarlas, ordenarlas, coordinarlas, pero no por mucho tiempo. Tarde o temprano tomarán el poder que les pertenece. Porque no fueron hechas para someterse al mando de la lógica y la razón. Su esencia está ligada, primeramente, a la libertad. Y los espíritus libres necesitan espacio para volar.

Victoria Branca

miércoles, 25 de mayo de 2011

El grito sagrado


















Oíd mortales el grito sagrado:
¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!
Oíd el ruido de rotas cadenas...

Extractado del
Himno Nacional Argentino

martes, 24 de mayo de 2011

lunes, 23 de mayo de 2011

A la vera de sueños y deseos


















Existe una cultura del lamento. Una corriente que nos lleva rio abajo hacia la queja y el reproche continuos. La protesta sostenida por los ideales rotos, las interminables letanías de todo lo que debería haber sido y no fue, el eterno juicio a los ancestros, la responsabilidad de nuestros fracasos arrojada por entero a las espaldas de los que nos precedieron, o de aquellos que en algún tramo del camino supieron caminar algunos pasos junto a nosotros. Todo ello condimentado con la amargura y la desesperanza de lo que no fue como queríamos.
Si bien es saludable revisar el recorrido y hacer un inventario de heridas y desilusiones, no lo es dejar el foco instalado en el pasado, resaltando los errores y horrores padecidos. Cometidos.
Nos comportamos, a veces, como extensiones de la vida de los que nos precedieron. Como coadjutores de otros. Como actores de reparto que sólo saben moverse unos pasos detrás del protagonista. Como satélites que giran de manera automática alrededor del libreto de la historia familiar. Y allí permanecemos, boyando sin identidad propia, quejándonos del frío, aterrados por las pocas fuerzas que nos quedan para mantenernos a flote. Es que intentar hacer pie en aguas ajenas no es para lo que vinimos. Ese no es nuestro territorio.
Existe, en muchas situaciones, un beneficio secundario, un rédito que nos convence para seguir apoltronados en viejos vicios y resistirnos a abandonarlos. Porque si lo hacemos, tendremos que ejercer ese libre albedrío tan molesto y lanzarnos a vivir una vida propia. Bajo nuestra absoluta responsabilidad. Con todo el riesgo que eso trae aparejado.
Por eso nos conviene seguir quejándonos. Y echarle la culpa de que hoy estemos frustrados a ellos, los artífices de nuestra historia pasada, los titiriteros que aún creemos mueven los hilos de nuestro destino. Y acallar esa voz que insiste en que salgamos de ese pozo ciego y oscuro en que decidimos atrincherarnos para protegernos.
"Es nuestra luz, no nuestra oscuridad lo que más nos asusta", dice con arrojo Marianne Williamson. Es que no hemos sido hechos para permanecer en las sombras, a la vera de nuestros sueños y deseos, sino para que la luz que hay en cada uno de nosotros sea puesta en evidencia e ilumine a todos los que están en la casa.

Victoria Branca

viernes, 20 de mayo de 2011

La vida secreta de las palabras


















Lleva tiempo sanar las heridas. Sobretodo si son tan antiguas que parecían olvidadas.
A veces basta un encuentro con otro, tan herido como nosotros, para que desandemos el camino de dureza y acostumbramiento recorrido y volvamos nuestros pasos hacia esas heridas que aún están blandas, a pesar de haber sido cubiertas por capas de insensibilidad.
El olvido prematuro y forzado de aquello que nos hizo sufrir no resulta beneficioso ni eficaz para sanarse.
La vida secreta de las palabras transcurre lejos del ruido, del tumulto, de la voracidad de la vida en tierra. Sus protagonistas agonizan de dolor y soledad, pero no lo dicen. Eso queda reservado al más estricto secreto. Por todos los medios hay que seguir fingiendo para que nadie se de cuenta. Pero, ¿cuánto tiempo se puede vivir aparentando?

jueves, 19 de mayo de 2011

Una Mariposa



















"El gusano siente como el fin del mundo
lo que el maestro llama una mariposa."

Richard Bach

martes, 17 de mayo de 2011

Hay que besarse más
















Hay que besarse más, decía Roberto Galán. Con o sin enjuague bucal, antes o después de las comidas, de mañana o de tarde, bajo la luna o las estrellas, con o sin música, en cualquiera de las estaciones, sobre cualquier superficie, entre las gentes o las sábanas, de parado o de sentado, en ayunas, en medio de un picnic, en el mar o la montaña, con frío o con calor, sin prejuicios, sin prisa, sin vacilaciones: hay que besarse más.

Hasta el 26 de Junio se puede visitar la muestra de fotos de Robert Doisneau.
En el centro cultural recoleta.
Entrada: Gratuita
Besos: libres
Interesados: presentarse a este blog

sábado, 14 de mayo de 2011

Lindo descubrimiento














Nos creemos dueños de muchas cosas. De nuestras propiedades, de nuestros logros, de lo que compramos, de nuestras parejas, de nuestros hijos, de sus gustos y deseos, de las decisiones familiares, de principios, de objetos que hemos acumulado, de nuestros autos, de nuestros nombres, de lo que inventamos, de lo que escribimos, y, en esta era cibernética que nos lanza a órbitas cyber espaciales, también de los blogs que creamos.
Lindo descubrimiento, y aleccionador a su vez, el darme cuenta de que este blog no me pertenece. Le puse un nombre, le dedico tiempo, le escribo frases y pensamientos, le agrego imágenes, le pongo mi firma pero no, no es mio. Pertenece al espacio virtual e hipnótico que manipulan desde algun bunker volátil y sin código postal los creadores de este sitio de la web.
Es triste el sabor de una ilusión perdida. Pero no me quejo, al fin de cuentas la miel que producen tampoco les pertenece a las
abejas.

viernes, 13 de mayo de 2011

Volver a las fuentes
















Blogger tuvo unos problemitas técnicos y dejó de funcionar por unas horas. Algo me dice que este cyber espacio no ocupa el espacio que yo pensaba. Es más virtual y volátil que el polen, y así como por momentos te hace creer que viaja más rápido que la luz llegando en ínfimos microsegundos a las pantallas de lejanos países, así también tiene la propiedad de desaparecer sin pase mágico alguno.
Blogger interrumpió su programación habitual y nos dejó sin acceso al interior del blog y a los comentarios.
Parece que ya reanudó la virtualidad habitual y, por eso, porque dejó bien en claro que lo suyo es virtualidad y no virtuosismo, yo volví a mis fiables cuadernos y bellas biromes para guardar las palabras escritas antes de que sean tragadas por algun agujero negro de la world wide web.
Lo que me gusta de este inesperado contratiempo es que volví a escribir a mano, sobre una hoja de papel consistente y, sobretodo, real.

Ah! Sí, el post de ayer se perdió... (Jugarretas de las brujas, tal vez, en pleno viernes 13)

jueves, 12 de mayo de 2011

Una muerte no se repara matando


















El asesinato descarnado del terrorista Bin Laden y el posterior festejo del gobierno americano por la hazaña "victoriosa" no me es indiferente. Pensé muchas cosas al respecto, pero no quise opinar. No me gusta meterme en política, me dije. Pero eso no es política. Es mucho más. Los valores de justicia, de respeto, de libertad, todo está en juego. Así como el derecho irrevocable a duelar en intimidad a los seres queridos. Y, sobretodo, estuvo en juego el sentido común. Que de tan común parece un bien escaso, difícil de alcanzar en este mundo vertiginoso y vengativo.
Pero el motivo de que ahora escriba acerca de esto es la carta que hoy fue publicada en la sección opinión del diario La Nación. Transcribo algunos párrafos significativos a los que adhiero de corazón y de pensamiento.

" Cuanto más lejos del mundo en el que sueño vivir me siento cuando veo que se celebra una muerte (asesinato a sangre fría) para vengar o ajusticiar otras muertes. Más que alivio siento tristeza; más que una sensación de justicia, decepción.
Más que sentir que fue honrada la memoria de mi hermano y que su muerte, en el atentado contra las torres gemelas del 11 de Septiembre, hace casi 10 años, tiene algún sentido, siento que fue en vano, que el mundo se vuelve cada día más cruel, violento e inseguro. Si éste es el resultado de tamaña pérdida, duele aún más que él no esté hoy entre nosotros viendo crecer a sus maravillosos hijos, que fueron privados de su amor en la tierra.
El asesinato de Osama Ben Laden a manos del ejército norteamericano jamás reparará el dolor de los familiares de las casi 3000 personas que murieron en aquel atentado.
Nunca una muerte reparará el dolor ocasionado por otras muertes... Sólo el amor y el recuerdo de la gran persona que fue mi hermano permitieron que, a lo largo de estos años, se hiciera justicia en mi corazón y en el de cada una de las personas que lo conocimos y quisimos... Jamás la búsqueda de la venganza y del asesinato de otras personas, fueran o no responsables del atentado, fue una alternativa en la intención de aplacar tanto dolor.
No quiero descartar nunca la búsqueda de auténtica justicia, pero sí la de aquella justicia que genera más muertes, más guerras y más sangre derramada de gente inocente, que llena el mundo de más odio, más resentimiento y más dolor".

Escrita por el hermano de Pedro Grehan,
que murió en el ataque a las torres gemelas

martes, 10 de mayo de 2011

Conos de Silencio



















La punta de un iceberg que asoma sobre la superficie del mar no es todo el iceberg. La mayor parte de su volúmen está escondido bajo el agua. Y si no, pregúntenle al Titanic.
La luna muestra una faz hacia la tierra, la otra permanece a oscuras. Al menos para nosotros.
El corazón realiza dos movimientos fundamentales para latir, se abre y se cierra. Se expande y se contrae. Da y recibe.
La palabra se nutre, también, de las sombras. De conos de silencio. Del retiro necesario para gestar y crear.
La nada precede al verbo.
El reposo da lugar a la acción.
La quietud gesta el movimiento.
La oscuridad cobija a la luz.

Victoria Branca

viernes, 6 de mayo de 2011

Carta al Dr. Dukan
















Estimado Dr. Dukan,
Mientras leo con atención su libro, en donde expone con claridad su particular método, le informo, le doy preaviso, le comunico, a través de estas breves lineas, que estaré dando comienzo a su dieta a la brevedad. Pero no todavía. Necesito corroborar algunos datos que usted expone que aún me resultan confusos. Para ello he enviado sendas cartas con mis dudas a prestigiosos colegas suyos. Calculo que estarán llegando en un par de semanas.
Mientras tanto, y sin otro particular, mi paquete de M&M´s y yo, lo saludamos atentamente.
Tenga usted un buen fin de semana.

Nota al margen: Chicas del Dream team, llevo pastelitos de membrillo y sanguchitos triples de miga para el tercer tiempo.

jueves, 5 de mayo de 2011

Sigo el consejo















Dice en su libro el Dr. Pierre Dukan que una de las claves del descenso exitoso de peso es el ejercicio físico. Y que hay que hacerlo de manera regular.
Por eso.
Acá les mando la foto de mi nuevo equipo de baloncesto.
Pienso entrenar con ellas todo el fin de semana.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Vida breve y M&M´s


















Ayer estuve recorriendo la Feria del Libro. Recorrer es un decir, en realidad estuve esquivando hordas de seres humanos que incluían adolescentes de guardapolvos blancos, profesoras de lengua, bibliotecarios, matrimonios que comparten el vicio de la lectura, madres con niños que se escurrían entre las mesas de libros (tal vez sean grandes lectores algún día) y otros especímenes.
Me propuse no superar las dos horas de permanencia. Como una Cenicienta deslumbrada por la infinidad de príncipes consortes que desposaría en ese tiempo caminé a un ritmo parejito y veloz por todos los pabellones (que en realidad es uno enorme sin puertas ni límites claros).
Va la lista de lo que adquirí:
"La casa de las bellas durmientes", de Kawabata
"Pedro Páramo", de Juan Rulfo
"Cartas a un jóven novelista", de Vargas Llosa
"La caverna", de José Saramago
"Sonderkommando, el testimonio de un judío obligado a trabajar en las cámaras de gas", de Shlomo Venezia con prólogo de Simone Weil
"La sinfonía del tiempo breve", de Mattia Signorini
Y uno para que me explique por qué cornos no logro bajar de peso:
"No consigo adelgazar" del Dr. Pierre Dukan.

Anoche, mientras degustaba unos M&M de maní y chocolate me fui a la cama con el librillo del Dr Dukan. Suerte que los libros no huelen ni ven...

martes, 3 de mayo de 2011

Casting














Faltan sólo 10 seguidores para llegar a 200.
La convocatoria tuvo una excelente respuesta. Sólo faltan los diez que aún no llegaron para alcanzar ese número mágico que traerá sorpresas.
Se abren las puertas para el último casting.
Dale. Sumate...

lunes, 2 de mayo de 2011

Al otro Lado













Cuando uno se acostumbra a vivir de este lado del río siente temor de lo que pueda haber del otro lado. El lado conocido parece siempre más seguro que aquél que no se conoce. Aventurarse, decidirse alguna vez a cruzar hacia el otro lado, sea el que sea, infunde pavor.
Alejarse de los márgenes familiares, de las costas protegidas, de los marcos de referencia cotidianos, eso, genera pánico.
Se nos educa para permanecer y soportar. Para acopiar y retener. Para conservar y acumular. Partir, irse, eso sólo llegará con la propia muerte, nos decimos. Pero la vida nos destierra de maneras inesperadas. Nos lanza lejos de nuestro hogar y nos deposita frente a umbrales inéditos e inimaginados, azuzándonos para que crucemos al otro lado. Al fin de cuentas, para eso hemos aprendido a construir puentes y, también, a destruirlos.
Toda vez que elegimos quedarnos en lo conocido gana el miedo. Son dos los grandes temores que mueven los hilos de nuestra existencia: el miedo a la muerte y el miedo a la vida. Y entre uno y otro extremo se desarrolla nuestra historia.
A veces pretendemos evadir a la muerte llenándonos de actividades incesantes. Pensando ininterrumpidamente. Atontando el dolor. Ocultando nuestras heridas y miserias. Construyendo un yo adaptado al frenético pulso del mundo moderno. Y de esa forma esquivamos nuestra inevitable finitud. Pero al hacerlo, dejamos de vivir y nos convertimos en sobrevivientes. En seres que transitan a tientas el tiempo de descuento hasta que algún dios maldito haga sonar el silbato y grite ¡Out!
Otras veces, nos refugiamos en el territorio que nos sabemos de memoria, y asfixiamos deseos, sueños, sentimientos, emociones, para que esa extensión conocida en la que aprendimos a permanecer nos sea suficiente. Pero no lo es. Y el alma empieza a marchitarse hasta que enferma.
Los umbrales son momentos de iniciación. Toda vez que la vida nos deposita en alguno nos está pidiendo una respuesta. ¿Cruzaremos esta vez? ¿O daremos media vuelta para volver a los refugios y trincheras de siempre?

Victoria Branca
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