lunes, 7 de junio de 2010

Ponerse en sus zapatos















Lección repetida y que no caduca: "Hay que ponerse en los zapatos del otro". Cuyo significado puede traducirse en que hay que saber estar en el lugar de ese que no sos vos, y al que seguramente aluda la cuestión, para entender sus motivaciones o desmotivaciones, su proceder, su error, etc.
Para poder meter un pie en zapato ajeno primero hay que quitarse el propio. Asunto difícil ese de descalzarse la propia orma y dejar el punto de apoyo a la intemperie...
Y ello multiplicado por dos.
Plantarse sobre el calzado ajeno puede no ser un viaje heroico. Caminar con ellos, esa es otra historia.
Según el tipo de manual de convivencia de cada hogar, ponerse en el lugar del otro significará una cosa u otra.
Algunos lo toman como una misión del altísimo y se la pasan metiéndose en los zapatos, la cartera, los papeles y todo cuanto constituya la vida privada del prójimo. Otros, están excesivamente satisfechos con su propio andar y ni se les ocurre que exista la empática posibilidad de habitar por un rato el sentir ajeno.
Están los que intuyen que esa sería una intromisión interesante, pero terminan siendo respetuosos en exceso.
También están quienes meten la punta del dedo y salen despavoridos por temor a ser tragados por quién sabe qué agujeros y remolinos.
Y existen, por gracia, quienes aprenden a hacer a un lado los temores y el egoísmo y se adentran cuando es necesario en esas vidas que se entrecruzan con la suya. Entran, perciben y salen. No permanecen allí más de la cuenta.
Pero al salir, traen como botín una mirada y comprensión nuevas.
Y al calzarse otra vez los zapatos propios, están mejor plantados que antes. Porque al animarse a abandonar por un rato las creencias personales, los propios puntos de vista, las ideas preconcebidas y los prejuicios, el mundo se ensancha.
Y también ellos.

Victoria Branca

6 comentarios:

Victoria dijo...

Me parece que horma va con H, pero no estoy segura... Y no tengo ganas de ir al diccionario.
¿Cómo es?

ale dijo...

me encanto!!!!muchiisimo!!!besos victoria y muuuy linda semana!!

Pilar dijo...

Si va con H. Me encantó la reflección!

Pilar dijo...

jajaj y reflección va con X...cambiar de zapatos me marea...Beso!

Victoria dijo...

No había notado el error, Pilar.. Igual me gusta como queda: re-flección: una doble lección. ¿O es lexión?

Dolores dijo...

si supiéramos ser justos con nosotros mismos quizás lo fueramos con los demás, recibir una mano amiga justo en el momento preciso,vale tanto y nos hace sentir tan bien como cuando nos ponemos zapatos nuevos y llegamos a casa tras un día largo y los soltamos tras cruzar el umbral, nos hace sentir bien,la carga ya ha cesado al menos por un rato.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Un arma poderosa

Un arma poderosa