¿Hay algo más sensual e íntimo que llevarse a la cama un libro que se desea y tenerlo abierto y despierto con una toda la noche?
Un libro es un amante inagotable.
Se entrega sin pruritos.
Sin apuro.
No teme ser explorado.
Se abre de par en par.
Se desnuda al ritmo de quien desliza sus dedos por su lomo,
por sus lineas interminables,
por su piel lisa
y perfecta.
¿Existe una comunión más intensa que aquella de quién lee y quien es leído?
Leer es descifrar.
Es auscultar el corazón de la trama, que hasta hace un rato no latía.
No apagues la luz -dice, en susurros, mi libro- hagamos el amor toda la noche.
Victoria Branca
3 comentarios:
Ningún amante dura toda la noche. Punto para los libros.
Un beso grande
Fantástica descripción Victoria, y hermosa muy hermosa como los verdaderos amantes.
Un abrazo
Valentina
Maravilloso! Si. Definitivamente: hay mucho de erotismo en leer y también escribir. He sentido eso muchas veces. Caundo un libro me ha conquistado me he encontrado muchas veces demorando el final. Hace poco me enteré que continuarían una novela que hace mucho esperaba.... desde entonces estoy en ardiente esper!
Besos!
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