martes, 25 de octubre de 2011
Se me rebelaron los libros
No soy ortodoxa ni prolija para leer. Sobre mi mesa de luz, al costado, debajo y detrás tengo pilas de libros que ya empecé y otros que quiero empezar si la vida me lo permite.
Si un libro no me gusta, por más que sea hiper best seller, no lo compro; y sí compro otros que quizás tienen pésima prensa pero para mí son especiales.
Subrayo y escribo los libros que leo. Con lápiz, con birome, con lapicera o lo que tenga a mano. ¡Vade retro irreverente!
Los libros no son sagrados, la lectura lo es. O, más bien, ese encuentro silencioso y profundo que se establece mediante la palabra entre escritor y lector. Entre alma que se expresa y alma que se siente expresada.
Tengo más de veinte libros esperando su turno para ser leídos. Tocados. Elegidos entre el tumulto. Pero como soy caprichosa, y más cuando me ponen presión, no me decido cuáles serán los elegidos para estos días.
Y ellos, que son orgullosos y egocéntricos, no están dispuestos a esperarme y decidieron amotinarse en mi contra.
No encuentro aquél que pensaba leer primero y el que no me atraía tanto se puso en primer lugar. El que estaba leyendo se me quedó olvidado en una sala de espera y uno que me regalaron y pensaba cambiar ya fue abierto y subrayado por algún duende de la lectura...
¿Conocen a un adiestrador de libros o un bibliotecario con suficiente autoridad?
Se requiere intervención inmediata.
Victoria Branca
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9 comentarios:
Me siento totalmente identificada. Siempre digo que soy una lectora promiscua, salto de libro en libro de acuerdo al humor y la circunstancia, el grado de cansancio o la inspiración, la intuición y la necesidad espiritual del momento en que lo tomo en mis manos y me lo llevo a la cama...
¡Linda reflexión!
¡Saludos!
P.D.:¿Cuándo te vas a dar una vuelta por mi jarro? Te espero para recibirte con las ventanas el corazón abiertos, ávido de genuino intercambio entre almas. Serás más que bienvenida!!!
No cuentes conmigo, a mí tampoco me dan pelota :)
No sabés el alivio que me traés diciendo que también los subrayás. Yo adquirí esa costumbre en mi adolescencia y como mi mamá me decía de todo menos linda, dejé de hacerlo, y entonces los llenaba de papelitos, que finalmente se perdían. Por años abandoné el hábito, y creo que empecé a hacerlo nuevamente después de que me casé (jajaa cuando mi mamá no me veía!!)pero siempre sintiéndome un poco hereje.
Que disfrutes tus libros, aunque se te hagan los locos!
Victoria que lindo blog!, cuántas coincidencias veo con los escritos....no soy tan amante de la lectura pero leyendote me pareció que podia volar con la imaginación contigo...a pesar de mi edad me hubiese gustado ser como tú. Me encantó pasar por aquí!
Gracioso comentario sobre "la lectura" y los libros.
¡Olvidarlos nunca! Es como que se ha dejado un hijo olvidado en la puerta de la casa.
Subrayados, y en espera, muchos siempre...Porque la vida y el “que hacer “ que justamente se corresponden con la lectura, no deja tiempo para la lectura intima y personal todo el tiempo que uno desearía. Es como desear “comerse todo y no se puede”
Habría que remitirse al cuento de Fontanarrosa “Una velada literaria” , donde se encuentra con un amigo para comerse los libros...(literalmente)
totalmente de acuredo, un libro tiene que estar ajado, marcado, abierto, un libro necesita demostrar que ha sido vivido!!
Hace cuatro años visite a la mama de un amigo , una mujer culta que amaba el piano y los libros , ella ya no esta ,pero he tomado su costumbre de escribir en los libros que voy leyendo ... septiembre del 2011 , o invierno en tanti , o alguna frase o sentimiento que el libro dejo en mi , me imagino que al pasar los años (supongo que muchos ) esos libros seran abiertos y leidos por mis hijos o los hijos de mis hijos , y asi ... de alguna manera estaremos conectandonos . Siempre me asomo a tu blog , y es una costumbre que me hace bien , te felicito .
Yo también escribo los libros... con lápiz... pero los escribo.
Tengo tantos pendientes para leer... y como si fuera poco, vivo frente a una librería!! Cada vez que paso por la vidriera no resisto ver uno que me puede interesar y dejarlo ahí... solito!! Entonces...entro y se viene a casa conmigo!!
Yo también subrayo los libros, mis grandes amigos, que me obsevan, me alientan, y se me sublevan, como a tí Victoria, y de vez en cuando los abro de nuevo para ver que frase subrayada se me aparece y va a guiarme en ese día, en esa pregunta.
Me ha parecido muy buena idea la de Emi, apuntar además algún sentimiento o emoción y así quizás un día nuestros hijos o alguien querido lo lea y sea una conexión, al margen del tiempo, pero íntima y fuerte.
Saludos y que tengan un buen día!
Valentina
Victoria, coincido plenamente contigo! Tengo varios en espera y empezados.. y otros ya leídos muy cerca para volver a ellos cada vez que los extraño. Y me encantan algunos para subrayarlos y doblar sus páginas. Son mios!! Y eso de lo sagrado de la lectura, de ese momento es tan, tan de uno!Besos, Gloria-
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