lunes, 6 de febrero de 2012

De Vaticinios, profecías y predicciones


















Comenzó el año señalado: 2012 se viene promocionando, desde hace rato, como el final de los tiempos. Pareciera que antes de que cante el gallo en la madrugada del 21 de Diciembre de este año que ya corre habrá que estar munido de paraguas, machete, biblia y unos cuantos sahumerios y rosarios para hacerle frente al misterio que finalmente nos será revelado.
Las profecías que haces miles de años vaticinaron para el futuro las antiguas civilizaciones están a punto de caramelo, según publicitan algunos, y en menos de diez meses tendremos que estar lo suficientemente iluminados si queremos pasar de año sin materias pendientes.
En un mundo que se rige bajo las coordenadas del tiempo y el espacio parece necesario ponerle un marco a todo. Todo debe tener una duración, un principio y, claro, también un final. Los ciclos deben cerrarse adecuadamente. Las estaciones deben sucederse en orden y delimitarse según fecha calendario. Pero los últimos tiempos (valga la redundancia) no respetan nada de eso. Las estaciones obran como mera sugerencia. Donde debiera llover incesantemente, escasea el agua. Donde debiera hacer una temperatura agradable y primaveral, nieva. El invierno ya no es tan frío en una región del planisferio y roza temperaturas dignas de la era de hielo en el otro. Los ciclos ya no son tan cíclicos, ni la rueda gira a un ritmo parejo y obediente. Y esto, el mundo, lo padece y lo provoca. Lo augura y lo establece. Lo teme y lo implora.
Las predicciones tienen el hábito de instalar ideas fijas en la mente y de querer acabar con el misterio natural que fluye de la vida. Porque si hay una certeza inamovible, por más que avancen la tecnología y el conocimiento, es que la vida (incluida la muerte) es un misterio insondable. Se la puede intuir, se la puede develar de a tramos (siempre ya recorridos), se la puede indagar, pero la vida, como hecho natural y espontáneo, con todo lo que encierra y abarca, es una sucesión desordenada de experiencias donde abunda lo inabarcable. Donde uno se topa con el abismo y el límite. Donde confluyen el orden y el sentido, con el caos y el desconcierto. Y, donde indefectiblemente, sobreabunda el misterio.
El ser humano siempre buscó refugio y certeza. Lo primero lo encontró en cuevas y hogares. Junto al fuego, saboreando el alimento tibio y abrazándose por la noche a los seres queridos. Lo segundo, lo encuentra en las explicaciones y los argumentos. En las citas bíblicas. En los templos. En los decálogos y los mandamientos. En las promesas que instalan como infalibles los que se autoproclaman portadores de la verdad.
Pero la verdad no tiene portadores. A lo sumo, tiene curiosos que intentan asirla de la cintura y hacerla suya por un rato. O bendecidos que son tocados por la punta de su varita durante un instante y logran captar una ínfima parte de ella.
Pero como los seres humanos somos impacientes y temerosos, necesitamos que alguien nos diga por donde se sale del laberinto. Cuanto falta para llegar. Donde queda la próxima estación. Con qué habremos de abastecernos para llegar a destino. Y , sobretodo, quién lee mejor los mapas y las brújulas para que nos guíe en el recorrido.
De esos, de los que aparentemente saben conducir rebaños y gentíos, de los que vaticinan y predicen, de los que venden el pack completo de supervivencia a precio especial, hay en exceso.

Victoria Branca

6 comentarios:

Mercè Castro Puig dijo...

¡Me encanta cómo escribes Victoria!,
Un abrazo,

eli dijo...

Una cosa son los curiosos y los bendecidos, y muy otra los agoreros, que si ya el año pasado no dejaron milímetro del planeta sin cubrir con su insoportable "información", este año (estos meses?) no tendremos paz!
Welcome back Victoria, siempre es un verdadero placer leerte!
Un beso!

JULIA dijo...

Victoria no creo en las perdiciones...como tu dices la vida y la muerte son misterios insondables...y espero que el fin del mundo nos pille bailando...nada de rosarios no biblias...
un abrazo

La chancha y su San Martín dijo...

"Pero los últimos tiempos (valga la redundancia) no respetan nada de eso"... y yo que pensé que había sido original al cerrar una etapa a principio de año en lugar de hacerlo en diciembre como lo hace todo el mundo.

Silvina (Enlunada) dijo...

Extra veloz tu reacomodamiento de ideas!. Celebro que compartas los puertos a los que llega tu alma vagabunda y que nos dejes contemplar esos destinos, siemre descriptos bellamente.
Excelente año Victoria!!!

Silvina (Enlunada) dijo...

Extra veloz tu reacomodamiento de ideas!. Celebro que compartas los puertos a los que llega tu alma vagabunda y que nos dejes contemplar esos destinos, siemre descriptos bellamente.
Excelente año Victoria!!!

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