sábado, 12 de septiembre de 2009

La casita de los Sueños
















Está abierta las 24 horas, todo el año.
Horario ilimitado.
Se accede cerrando los ojos, desde cualquier lugar.
Está ubicada en el Parque donde todo es posible.
Se llega por el camino del recuerdo hasta el sendero
de la imaginación. Allí hay una rotonda con dos bifurcaciones,
una es la calle de la confianza. Tomar esa.
Al final del camino se ve la copa frondosa y tupida de un árbol.
Allí está ubicada la casa donde viven los artesanos.
No hay que hacer cola, de manera misteriosa la gente llega y se
va sin apretujarse y cada vez que uno va a soñar su sueño no hay
demora ni tiempo de espera.
Lo único que tienen que hacer es tocar la campana tres veces y
ubicarse en el banquito que está debajo de la casa.
Se recomienda llevar un deseo intenso y altas dosis de entusiasmo.
Cuando el sueño haya tenido la fuerza suficiente para hacerse realidad
en el futuro, los pájaros carpinteros que asisten a los artesanos les
golpearán suavemente la cabeza para que se pongan de pie y dejen el banco
libre para los sueños de otros.
!No dejen de ir!
Ah, y lo mejor de todo: es gratis.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Vicky - esta foto la sacaste de Cumelen? JA!!!

beso de marbella

Alex

mary J dijo...

Qué buen programa Vicky! Justo hoy que estoy sola en casa.
Además con un día tan lindo de sol que se presta a tu invitación!
Gracias Vicky por estos regalitos , regalasos...diarios.
Después te cuento cómo me fue!
Besos y buen fin de semana!

Anónimo dijo...

Qué genial... Esa casita es para mudarse. A soñar entonces!!!!

Victoria dijo...

Otro, Alex!
Esa casita está fuera del tiempo ordinario. Si a vos te gusta que esté en Cumelén, que así sea...
Mary, qué soñaste??

Deyanira dijo...

¡Qué fuerte! se parece un montón a la casa de mis sueños lúcidos, en un parque especial. A veces encuentro niños jugando en ella, o regalos que me dejan los que pasan por allí cuando no estoy, porque está libre, como la tuya, para los sueños de los otros. ¿O es que la casita no es tuya ni mía, sino de todos los que caminamos por allí?

Victoria dijo...

Es de todos Deyanira... tuya, mía y de los que quieran soñar.
Un beso!

María Luisa dijo...

Cuando era muy niña, allá en un pequeño pueblo de la Pcia. de Santa Fe, vivía en los árboles, sentada en sus copas, donde podía pasar inadvertida, conversando con los amigos imaginarios y soñando mil profesiones que se sucedían en cada día...
Tuve una casita muy hermosa, que me había construído en una tarde un hermano mayor, con materiales que sobraban en la casa de mi padre...pero no estaba en los árboles que siempre han sido mis amigos de juegos y sueños.
La que presentas para invitarnos a habitarla para soñar...la veo muy en las alturas para ser de Cumelén, las de allí son absolutamente terrenales!...No creo que se presten para sueños, sí para vivir espléndidamemnte y muy concientemente. Son sueños ya realizados por sus dueños que jamás compartirán..¿No?
¡Pero una casa así!
¡Qué hermosa ´hubiera sido entonces!.
Ahora esta invitación tuya, la puedo aceptar para ir a dejar los sueños que no cesan a pesar del tiempo y de las etapas cumplidas de la vida...
Gracias Victoria

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