jueves, 16 de septiembre de 2010

Mi propio Viaje














El libro salió publicado hace unos años. Pero por un motivo u otro no me atrajo en su momento.
Me enteré que Julia Roberts estaba filmando la película y recorriendo todos esos lugares paradisíacos y eso tampoco logró que lo leyera.
Hasta que mi amiga Steffi, después de una de esas charlas a corazón abierto, me dijo: lo tenés que leer.
Y como soy rebelde hasta que mi corazón interviene, fui de manera obediente a buscar el librito. Mal momento. Estaba agotado en casi todas las librerías.
Pero, en un local chiquito y mágico en el Puerto de Frutos, lo encontré. O se dejó encontrar. O, más bien, nos encontramos.
Ya estuve por Italia, saboreando pastas al dente, salsas aromosas, vinos de terruños húmedos y fértiles. Me puse soleros floreados y caminé descalza por los pueblitos de La Toscana. Practiqué mi nóvel y torpe italiano con varios "Marcellos", pero ninguno me invitó a subir a su balcón. "Sei sposata signora". Y yo contuve mis ansias juveniles y asentí con una mueca entre agradecida y nostálgica.
Todavía no llego a Indonesia, a Bali más precisamente, donde un antiguo novio ahora regentea un hotel. Estoy sumida en mi propio ashram, intentando aquietar la mente, disipar los miedos y ahuyentar los pensamientos negativos. Una trilogía, debo admitir, que me resulta más difícil de encarnar que la santísima trinidad.
Elizabeth Gilbert me resulta una narradora fresca y divertida. Su manera de contar es ágil. Los escenarios son lindísimos, y llego hasta a respirar los aromas exhuberantes de la Bella Italia. Me tomé mi tiempo para abandonar el placer y arribar al despojo y la disciplina que supone entrar en el propio templo interior. Y ahí estoy ahora. Forcejeando con mi pereza y mis argumentos. Aprendiendo a regañadientes a dejar que lo que deba ser sea, sin mi gerencia limitada y enervante, que no agrega media pizca de sabiduría ni paz al universo.
Sí, ya sé, no soy imprescindible ni ireemplazable. Pero soy esa gota que le aporta su particular gusto al océano del mundo. Así que espero mejorar mi consistencia para que el agua se alegre con mi presencia.

Hoy se estrena Comer, Rezar, Amar en todos los cines
de Buenos Aires.

8 comentarios:

laura dijo...

a ver si me convenciste esta vez, lo tengo, lo empiezo, lo dejo. después te cuento.

Victoria dijo...

Después me contás...
Beso Laura!

belenpaz dijo...

Lo eí hace 2 años !!! Y me encantó!!
Engordé con ella, rezé y amé !!!
Seguí viajando !!!

Mónica Ortelli dijo...

Le pasé al lado al libro y no me llamó. Quizás ahora, cuando vuelva a verlo, le escuche decirme algo.
Aquietar la mente, disipar miedos, alejar malos pensamientos es tarea de jornada completa, todos los días del año: mientras tanto hay que seguir viviendo.
Cada tanto paso por aquí y me gusta lo que leo.
Un saludo cordial.

Madame Lulu dijo...

sos una bellísima gota

Moni dijo...

Hola Victoria!!!
hermoso lo q escribiste ¡¡¡como siempre!!!
Un abrazo

Maru dijo...

A mi tampoco me daban ganas de agarrarlo por eso del prejuicio del best seller. Hasta que una querida amiga lo empezó a leer y me lo recomendó. Ahora quiero ver la pelicula, defraudará?

Anónimo dijo...

AYER VI LA PELI Y ME RESULTO MALISIMA,SOLO DISFRUTE VIENDO PARTES DE LA BELLISIMA ROMA Y SUS MANJARES... ESPERO QUE EL LIBRO SEA MEJOR...SUELE OCURRIR
IGUALMENTE LA NOTA SOBRE ESTO ME GUSTO Y ME ALIENTA A LEER EL LIBRO , GRACIAS

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