viernes, 9 de octubre de 2009

Freedom writers


















Ayer, tuve el privilegio de participar en una video conferencia con uno de los oportunamente llamados "freedom writers".
Darrius Garrett, tal su nombre de nacimiento, fue, a mediados de los ´90, uno de los alumnos del aula 203 de una escuela de Long Beach, California.
Como la mayoría de sus compañeros de clase, Darrius era un chico considerado difícil. Huérfano, miembro de una violenta pandilla y acostumbrado a perder amigos y familiares a causa de la droga y la marginalidad, se mantenía a la defensiva en medio de una escuela que según sus credenciales fomentaba la integración interracial.
Nadie esperaba mucho de los alumnos del aula 203, hasta que llegó Erin Gruwell, una maestra con vocación de hacer la diferencia.

Los comienzos no fueron fáciles para ésta docente llena de entuasiasmo, que tuvo que confiar en su intuición y no darse por vencida ante esos alumnos hostiles por quienes nadie apostaba.
Antes de marcar las diferencias, que era algo que todos sabían hacer muy bien, la maestra Gruwell decidió resaltar aquellas cosas que unían a sus alumnos. La soledad que sentían, las pérdidas, los abusos y maltratos, el abandono...
Y para ubicarlos en un contexto mayor, y apartarlos del aislamiento en que vivían,les dió dos libros para leer: "El diario de Anna frank" y "El diario de Zlata", que relatan en forma de crónica personal el cautiverio en medio de la ocupación nazi y la guerra de Sarajevo respectivamente.
Además de eso, les regaló un cuaderno con páginas en blanco para que ellos escribieran sus propios diarios. Eso marcó un antes y un después en sus vidas.

"Escribir me ayudó a expresar un montón de emociones que tenía dentro de mí. La señorita Gruwell fue una catalizadora para todo ese dolor que tenía guardado. Y escribir fue un gran alivio", contó Darrius en la video conferencia.
Y luego agregó: "leer la vida de Anna Frank, ver de qué manera ella estaba atrapada en ese ático, me hizo pensar en mi propia vida. Yo también me sentía atrapado por mi historia, preso de mi pasado, y de las heridas que nunca había llorado".

Los diarios de varios de los alumnos del aula 203 se convirtieron en libro: "The freedom writers diary", que fue llevada al cine (Escritores en Libertad) y que recomiendo a quienes no la vieron.
Darrius es hoy un estudiante que compone música, escribe cuentos y guiones y participa en conferencias dando su testimonio de vida y transformación. No niega su pasado ni su sufrimiento pero "quiero lograr más y mejores cosas de las que la vida me dió en el pasado. Y darle a mis futuros hijos una vida con sentido".

En la página de la fundación que preside Erin Gruwell, dicen los freedom writers a coro: "descubrimos que escribir es una poderosa manera de expresarnos y que ayuda a lidiar con nuestro pasado y salir adelante."

3 comentarios:

laura dijo...

Vengo de escribir mi post de hoy y me encuentro con toda esta información maravillosa y alucinante y viste? parece que a lo mejor la vida me está diciendo algo.

BEA dijo...

Hace poco ví la película por tv. y me impactó el "lugar" de la profesora, que también perdía o soltaba cosas en su vida privada..., y se jugó a "acompañar" a esos chicos y ofrecerles herramientas, salir de la mirada que la sociedad les había impuesto y ellos sentían como muchos: desordenados, al límite, irrecuperables, etc. y lo más lindo es que pidió seguir al año siguiente con ellos - el aula 203-. FORMADORA...desde la vida, lo real, no?. BEA

Anónimo dijo...

También justo vi la peli por primera vez elotro día. Cuando vi el título del post inmediatamente lo asocié con eso pero no imaginé que tendría que ver.. Qué casualidad!

La verdad que es admirable el trabajo de esa profesora. La clave está en la PERSEVERANCIA. Rescato, como dice BEA, esa entrega TOTAL a sus alumnos que bien supieron compensarla cuando le mostraron cuánto cambió sus vidas.

Una hermosa historia de la vida real :)

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