lunes, 16 de noviembre de 2009

Tres Tiempos


















¿Qué es el tiempo?
¿Es lineal? ¿Circular? ¿Se sucede todo de una vez?
Decía San Agustín: "si nadie me lo pregunta, lo sé;
si quiero explicárselo a quien me lo pregunta, no lo sé".
El tema del tiempo me atrae como un imán.
Muchas veces me quedo desvelada intentando capturar algo de esta noción que, junto a la del espacio, son los conceptos en los que se supone que cuadra nuestra existencia.
Tiempo y espacio. Un matrimonio eterno que define nuestra humanidad.
¿Qué hay fuera de ellos? ¿La nada?
¿Podemos trascenderlos a ambos e incursionar más allá de sus límites?
Porque si hay algo que hace de manera contundente esta dupla es delimitar y definir por dónde ha de transcurrir nuestra vida. Más allá de sus cercos, es extramuros. Extra algo. Y no es bueno aventurarse en bosques desconocidos. Los bordes de la tierra tal vez caigan abruptamente y nosotros con ella, si nos alejamos del centro gravitatorio de sus nociones.
El tiempo, el tiempo...
Pasa. Sucede. Acontece. Y nosotros, pasamos, sucedemos y acontecemos en él. O dentro de él. ¿Fuera de él nunca?
Pasado. Presente. Futuro.
Continúa el santo Agustín: "Hay tres tiempos. Presente de lo pasado, presente del presente y presente del futuro. El presente del pasado es la memoria; el presente del presente es la visión; el presente del futuro es la espera."
Me gusta cómo lo explica, aunque afirme que no puede hacerlo si se lo preguntan. Sí pudo. Y quedó eternizado (¿fuera del tiempo?) en sus Confesiones.
Yo, por mi parte, no puedo explicarlo en serio. Ni tampoco abarcarlo. Ni comprenderlo. Excede los límites de mi mente diminuta.
Pero sí creo que he andado extramuros y extra bordes y extra tiempos verbales más de una vez. Y volví.
Y creo que muchas veces, cuando sueño, hago viajes fuera de órbita hacia otros mundos. Y luego, de alguna misteriosa y anti Hanseliana manera, regreso a las nociones que me delimitan.
¿Estaré desacatando un gran concepto?
Volviendo al límite definitorio, me gusta que San Agustín hable de tres presentes. Y que haga incapié e incaespíritu en el tiempo central.
Tal vez lo haga porque, al ser presente, se trata de un magnífico regalo.

Victoria Branca

1 comentario:

BEA dijo...

GRACIAS VICTORIA, SÓLO DECIRTE QUE ME ENCANTA SAN AGUSTÍN, me chifla este santo... se aventuró en su búsqueda, vivió y eligió,probó ser y lo logró "ante tanta espera".
Lo del tiempo es complicado, vivimos en él pero si uno logra tener la experiencia "unos segundos" de la contemplación, estás ahí en el vértice de los tres tiempos,,, y sós, podés, estás siendo -todo puede estar y la nada también- HOY!!! un beso

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Un arma poderosa

Un arma poderosa