domingo, 27 de marzo de 2011

¿El libro o la vida?















La semana pasada me llegó por Amazon la biografía recién publicada de Mark Twain. Es un libro de tapa dura que mide 26 por 18 cm, que pesa aproximadamente 3 kilos y que tiene 738 páginas. (Y éste es sólo el primer volumen)
Sorprendida por el voluminoso ejemplar, que llegó en su caja de cartón característica junto con otros libros que también había encargado, empecé a dudar si alguna vez encararía la odisea de leer esa especie de enciclopedia infinita. Porque convengamos que para leer "eso", entre tantos otros libros, revistas, panfletos, muestrarios, cartas, emails, gestos, mudeces, miradas, sonrisas, muecas, paisajes, horizontes y corazonadas, necesito tiempo. ¿A qué robárselo? ¿Valdrá la pena el hurto?
Leer es una pasión. O enfermedad. Vicio y maravilla. Escape. Salvación. Trinchera. Paréntesis. Refugio...
Pero ante esta clase de libracos gigantes se me plantea la disyuntiva que detesto: ¿el libro o la vida? ¿La historia concluída de Twain o la mía que aún no concluye?
No debiera ser así. Esto o lo otro. Él o yo. Pero el mundo moderno vive apurado y produce en demasía. Hay demasiados libros. Demasiada información. Demasiados intereses. Y poco tiempo para tanto.
Tal vez el desafío sea aprender a seleccionar lo que vale la pena de lo que no lo vale tanto. Pero no es el caso. Me interesa la vida de Twain y me gusta lo que escribió. Pero también me interesan otros autores y mi propia vida.
Mientras me decido, dejo el flamante volumen completado y editado por "The Mark Twain Project" en un rincón de mi biblioteca y me pongo a cocinar unos fetuccini con crema y parmesano mientras imagino si a Twain, alguna vez, le habrán cocinado unas pastas así. Como las mías.

6 comentarios:

laura dijo...

Ay Victoria, tal cual, vivo cuestionándome lo mismo, todo el tiempo, todo el tiempo

habrá q poner horarios? cómo no dejarse invadir? aprovechar el tiempo lo mejor posible

me quedan libros, que, en vez de placer, se vuelven obligación

cómo se hace?

María Luisa dijo...

Por que seguramente soy mayor que ustedes; por que se ha pasado en casa el tiempo de mi presencia en la cocina, definitivamente cuando fundé una ONG y debí gestionarla; cuando ya los hijos no estaban…por lo que me pasa hoy…les diría: -Calma, el libro espera…
Así mi biblioteca con obras completas de autores amados, me parecieron en algunos momentos olvidados, y que me reprochaban desde los estantes mi falta de interés en abrirlos….
Pero un dia, ante la fatiga de las tareas de la vida propia, de la vida de las acciones que uno se ha impuesto para los demás….Aparece la necesidad de otras lecturas, las propias, las personales…y volvemos a esos libros con mayor interés que el día que llego a casa.
¡A vivir la vida propia, que nunca se apartará de los libros!, y ya un buen día la vida nos mostrará que está hecha de “tiempos”….Un tiempo para sembrar…Otro tiempo para…
Todo llega: hay que aceptar las demandas familiares, ustedes están en la etapa de los hijos, de la cocina, de la creación….Ya llegará el tiempo en que los días son más largos, y el silencio invade la casa, y la nostalgia el alma Es entonces cuando con más fuerza los libros despiertan para acompañarnos……Aunque nunca le hayamos abandonado totalmente.

Anónimo dijo...

primero lo primero, Victoria first thing first beso tinker bell

laura dijo...

a veces pienso como Ma Luisa. Mi ansiedad no me deja ponerlo en práctica. Será cuestión de disfrutar tenerlos x ahora. Y después más "remansadas" y con más tiempo, tirarnos de cabeza. Ojalá.

maría cecilia dijo...

leerle o no leerlo?? mmmm....
yo feliz probaría antes que nada esas pastas que haces!!!!!
cariños

ale dijo...

me encantó tu reflexión final casi tan filosófica!!jaja!!!! igual me imagino que ese libro tendrá una tapa divina!!! y su sola presencia en tu biblioteca...la hace más linda!!!!
besos gigantesssssss victoria!!!!!

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